¿Qué es la Microbiota?

La microbiota de la piel humana es toda una colección de numerosas bacterias, hongos y ácaros que normalmente residen allí, con una relación de 1 a 10 con las células humanas. A su vez, los biotopos que albergan a estos microorganismos son tan variados como lo es la topografía de la propia piel y se considera que 9 de cada 10 células humanas presentan relaciones simbióticas con la microbiota. Por lo tanto, las alteraciones en el ecosistema se traducen en enfermedades o propensión a éstas.

En la superficie cutánea cohabitan bacterias, hongos, parásitos y de más mirco-organismos que en condiciones normales constituyen un basto ecosistema en permanente interacción armónica con el órgano que los alberga (la piel) .

Este ecosistema participa activamente en la doble función protectora de la piel, ésta es una barrera física e inmunológica. Por lo tanto, cuando el equilibrio del ecosistema se trastorna, se generan consecuencias negativas que predisponen y causan la aparición de enfermedades como la dermatitis atópica.

Esta comunidad de microorganismos incluye dos grupos: los residentes, que suelen ser inofensivos y proporcionan algún beneficio al huésped; y los microorganismos transitorios, que surgen del medio ambiente y permanecen durante horas o días. En condiciones normales ambos grupos no son patógenos. 

¿Cómo afecta el desequilibrio de la Microbiota en la Piel?


Al igual que en otros ecosistemas, donde se pueden generar diferentes relaciones tanto positivas como negativas, en el cutáneo, predomina la simbiosis (cualquier relación estable entre dos o más organismos de distintas especies durante la cual ambas se benefician)

Tales interacciones permanecen en un equilibrio constante y, al ocurrir un cambio en cualquiera de las dos partes, uno de los microorganismos normalmente residente puede convertirse en patógeno. Tal es el caso de Staphylococcus epidermidis, o de alguna otra especie, es así como se crea un desequilibrio en su balance simbiótico; y uno de los microorganismos se convierte en parásito.

¿Cómo obtengo el balance de la microbiota cutánea?

Revisa la etiqueta de tus productos

Evitar medicamentos como los retinoides que disminuyen la producción de sebo modificando la microbiota cutánea; por lo tanto debemos reducir el recuento de Propionibacterium spp e incrementar el de Staphylococcus aureus. Los corticoides, dependiendo de la dosis, la potencia y el tiempo de uso, también pueden incrementar la colonización de microbiota patógena al suprimir la actividad del sistema inmunitario. Los antibióticos tópicos pueden erradicar la microbiota residente e inducir resistencia bacteriana; así por ejemplo la aplicación de neomicina en las axilas inicialmente produce disminución de la colonización bacteriana, especialmente de corineiformes; pero con un aumento posterior de bacterias Gram negativas.

En una piel saludable, la microbiota es estable y cumple con sus funciones. Este equilibrio se denomina eubiosis. Sin embargo, la microbiota se puede desestabilizar. A esta pérdida del equilibrio se le llama disbiosis y puede ser producida por una patología en concreto, por agentes externos como la contaminación en el ambiente, los Radicales Libres (ROS), el choque térmico, la alimentación o el estrés. Además también puede estar condicionado por la genética de cada persona.

Equilibrando el pH

El hecho de respetar el pH de la piel evitando productos agresivos, es sin duda, una buena elección para mantener el equilibrio cutáneo de cada individuo. Existe una relación entre el aumento de la humedad y del pH.

El uso de productos oclusivos y la colonización por bacilos Gram negativos y bacterias corineformes. Incrementan 10,000 veces el número de bacterias, además de generar un mayor aislamiento de hongos. Es así como los cambios en las condiciones atmosféricas, como la disminución de la humedad, la temperatura y Radicales Libres (ROS), favorecen el crecimiento de la microbiota bacteriana normal, en contraste con la microbiota patógena, especialmente de Staphylococcus aureus.

El aporte de Prebióticos y Probióticos

Los probióticos son microorganismos vivos con beneficios conocidos para la salud, que permiten estimular la inmunidad celular y restablecer el equilibrio de la flora. Un ejemplo sería el aporte de Lactobacillus. Los prebióticos son sustratos, generalmente polisacáridos, que nutren y fomentan el crecimiento de bacterias beneficiosas. Son los PREBIOTICOS entonces los más utilizados en la industria cosmética.

Entre los prebióticos más estudiados se encuentran las fructanas o fructanos que son polímeros compuestos por unidades de fructosa unidas mediante enlaces de tipo B(2-1) y/o B(2-6). Las fructanas están ampliamente distribuidas en la naturaleza. Están presentes en algunos géneros de bacterias, hongos, algas y plantas donde cumplen diferentes funciones. El grado de polimerización confiere a las fructanas diferentes propiedades físicas y químicas que son aprovechadas por la industria cosmética, alimentaria y farmacéutica.


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Los productos de Elité Natura: contienen el pH adecuado para tu rutina diaria, según noche/día; o si es para limpieza o protección. Algunos son neutros (pH7), otros son más ácidos (pH5). También encontrarás productos equilibradores de pH para la piel. Algunos que sirven de barrera contra factores externos como la tecnología Anti-Pollution, y unos más que incluyen compuestos de polímeros naturales, para rescatar los valores de los prebióticos. Además, evitamos el uso de Aceites Minerales que contrarrestan la simbiosis del microbioma, utilizando activos que logran una excelente hidratación, sin olvidar el enfoque de una protección cutánea para evitar así la formación de sebo.

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